2 de diciembre de 2009

TAPA 1: PATATAS A LA CAMPESINA (II)

El concepto de sofreír me resulta de lo más oscuro. Había que sofreír las patatas y las cebollas. Yo suelo freír primero la cebolla y, cuando está doradita, le añado lo que haya que añadir. Si no, la cebolla adquiere una consistencia babosa que me produce arcadas (literalmente). Pero en la receta dice expresamente "freír hasta que la cebolla esté blanca y transparente". Osea, la peor de las texturas que puedo imaginar para un trozo de cebolla que tenga que llevarme a la boca. Ufff. Para terminar de arreglarlo, me despisto y, en vez de en rodajas, la corto en trocitos. Cuando menos te lo esperas, la memoria de las manos te juega estas pasadas.

Las 7 patatas pesaron 770 g, así que elijo 4 (y eso que iba a hacer patatas para uno, eh?). Como son más bien medianas, parto cada una en 8 trozos. Al verlas flotando en la sartén, definitivamente me parece que, para cuatro, el medio kilo de la receta se queda algo corto, aunque como se supone que es una tapa...

Con la mostaza (francesa, buenísima), no hay incidentes. Me llama la atención que no se disuelve fácilmente en aceite caliente.

Entonces ocurre lo inesperado: abro la despensa y... ¡¡me he dejado la lata de tomate en el coche!! Tampoco hay rastro del caldo. Para qué negarlo, ambos ingredientes forman parte de la compra que lleva tres días en el maletero del coche (lo malo de no tener el garaje cerca de casa). No me queda otra que improvisar: un poco de ketchup, un tomate cortado en minidados, un vasito de agua, y a cruzar los dedos!!!

Tras los 15 min de cocción reglamentarios (25 me parecen un exceso), he aquí el resultado:

- ¿Se ve el humillo? Huelen que da gusto!! -


PD. Gracias a la RAE, ahora ya sé que sofreír significa sencillamente "freír ligeramente." Total, nada que ver con mis paranoias texturiales.

PPD. Después de marear con la música (BSO Lost in Traslation, Greenday... ) encontré la música ideal: Texas, discografía completa.


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